"Acudí a pedir ayuda a monseñor Fernando Lugo, porque el papá de mi primera hija, Francisco Luján Correa, quien trabajaba de anestesista del Hospital de San Pedro, me negaba la asistencia a la criatura", comenta Benigna.
"En ese momento, monseñor me dio su apoyo, pero se aprovechó de mi gran necesidad y me indujo a que tengamos relaciones. Al año, quedé embarazada de él. Tuve a mi hijo con una partera empírica, en la misma casita en que vivía, cuyo alquiler él pagaba", sostiene la mujer.
"Me ofrecieron dinero para que le denuncie en la campaña electoral, pero me negué, porque no quiero que el caso de mi hijo sea manipulado", indica.
Agrega: "El me pasó dinero hasta que mi hijo cumplió dos años, después ya fue cortando. Hoy no responde ni mis llamadas. Yo lo único que le pido es que le reconozca también, como a su otro hijo", reclama.
PÚBLICO. El niño L. F. L. nació el 9 de setiembre de 2002 y fue inscripto con el apellido de su madre el 29 de noviembre del mismo año.
Lleva uno de los nombres del actual presidente. "Él mismo me pidió que le ponga su nombre, pero no su apellido", asegura.
Dice que su relación con el obispo era ya "un secreto a voces" en todo el departamento de San Pedro, pero ella no le contó a nadie que su hijo era de Lugo, hasta luego de conocerse el caso Viviana, en que se animó a confesarle la verdad a su madre y a su hermana, quienes le dijeron que siempre lo habían sospechado.
"A mi hijo nunca le oculté quién es su papá, solo que como era obispo, y ahora es presidente, tenía miedo de hacer cualquier denuncia; pero cuando vi el caso de esta chica, Viviana Carrillo, me animé. Yo le conozco a ella, con Lugo nos fuimos varias veces por su casa, en Choré, pero no sabía que había algo entre ellos", refiere
TENGO TEMOR POR NUESTRA SEGURIDAD"
Benigna Leguizamón dice tener miedo de alguna represalia por hacer pública su denuncia y pide a las autoridades del Ministerio Público y el Poder Judicial que la amparen.
"Me pongo en manos de la Justicia, voy a pedir que se haga el examen de ADN, estoy cien por ciento segura de que el papá de mi hijo es Fernando Lugo Méndez. Espero que él lo reconozca, o que no tema someterse al examen", sostiene.
"Soy de origen humilde y no me da vergüenza. Trabajo vendiendo detergentes para dar de comer a mis hijos, ahora que mi actual marido está enfermo. Daría mi vida por mis hijos. No es justo que un hijo del actual presidente viva con tantas necesidades. Solo le pido que asuma su responsabilidad", demanda.
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